martes, 12 de abril de 2016
Suspicaz
Suspicaz, lanza arengas en gritos y miradas de cuchillos, desenvaina las
palabras contra desconocidos, sujeta las manos de sus victimas, se le
ve acompañado por animales que grotescos atacan en la alucinación a la
menor sensación de amenaza en su paranoia y desvisten bestias con mil
ojos arácnidos, toman entre las manos el semen de el para derretir los
metales de espadas cianuradas, es la famosa pandilla que socorre
ancianas de esas que salen desubicadas de los bingos y luego las usan de
abono y alimento en sus sembrados de sicotropicas plantas carnivoras,
traten ustedes fumarse un porro con una planta dispuesta a usar los
dientes. Sus amantes, silenciosas son y le recuerdan desde las sombras
lo peligroso de la luz.